Las palabras se mueren.
Cuando los lenguajes mutan las palabras mueren.
Cuando los soportes cambian, algunas palabras mueren.
Las palabras cambian, es su naturaleza.
La naturaleza del lenguaje es el cambio.
La naturaleza de la naturaleza es el cambio.
Las palabras son una cosa imposible porque cuando son, ya no son.
Pero...
Los nombres en general, los hombres en general, pretenden permanecer, perdurar.
Durar más allá.
Pero...
Las palabras mutan, la naturaleza muta.
Las palabras nacen.
Andrew Moore-García (2005)
Descripción.
El nacimiento de las ciudades creó un tipo de poesía fenestrante, paramétrica, gentrificada, pesimista, maldita, modular, brutalista, de alcantarilla, agigantada, alquitranada, enladrillada, oscurecida, deambulante, minimizada, empapada, detallista, cristalizada, indigente, burguesa, mediana, empañada, privada, malalientada, almizclada, madrugada, perfumada, flotante, desprogramada, depilada, escrita en los menús. Una poesía adoquinada, cansada, espacial, sostenible, tipológica, materialista, fluida, apaisada, diagramada, umbralizada, pendiente, escalada, levantada, dispositivada, habitada, volumétrica, contenedora, vinculada, operada, desnivelada, envolvente, texturizada, fenomenal, tensionada y distorsionada. Una poesía rítmica, inexpresada, gestual, transparente, pesada, combustionada, dioxidodecarbonizada, aguada, limítrofe, equilibrada, esbelta, tramada, dimensionada, momentánea, celebrada, seccionada, formalizada, ennodada, granificada, pausada, literal. Una poesía dicotómica, catalizada, orgánica, repellada, tectónica, ambigua, potencial, detonante, plástica, conceptual, próxima, ergonómica, etérea, ecléctica, vernácula, local, artesanal, intersiticista, secuencial, regenerativa, bifurcada,
performática, confluente, gestaltizada, modernista, procesada, empacada, antenizada, homogénea, paradigmática, disonante, impresa, monolítica, uniforme, dual, trascendente, holística, truncada. Una poesía posada sobre el terreno, que dialoga con el espacio, que aprovecha las vistas y la extensión de los espacios; una poesía como gesto del muro, como espacio residual, que juega con los volúmenes, que transita, con una retórica espacial. Genius Loci. Una poesía que separa virtualmente, construye una atmosfera, retranquea, re-escala, modula, ensambla; una curva que acoge. Una poesía líquida, un vacío apropiable, espacio vibrante, piel sensible, de paisajes tejidos, poesía de acupuntura urbana, táctica, hibrida, honesta, atemporal, geométrica, promenade, Le Corbusiana.
Cifrar - Des-cifrar. El fantasma del letrero que queda en el edificio. La escala de las letras entre construcciones. Las posibilidades de las letras en los letreros (edición y palíndromos). Los avisos luminosos en la noche, cuando no hay más edificios parecen naves espaciales. Los avisos luminosos en la noche, cuando no hay más edificios: provincia. Sin edificios no hay hombre araña. Distraerse mirando para arriba, leyendo y viendo los textos gigantes. Una especie de libro de apuntes de letras grandes (entre las cuales podríamos caminar). Notas en el cielo y en el horizonte. Hay ciudades que aún no han entendido que habiendo un solo letrero gigante deben haber más contestando y figurando. (Sin corporaciones no hay súper héroes).
¿Qué tipo de edificios tienen relojes enormes en lo alto de las fachadas? La decisiva escena de la película Volver al Futuro, con el tiempo exacto del rayo (La energía y el salto al futuro). Texto y tiempo. La hora exacta pretende ser parte de la atmósfera. La escena en la que Superman salva una niña de que le caiga encima el estandarte gigante del Daily Planet (Letras que pueden matar). Realmente Superman salva a la gente del peso del progreso: Carros que caen, Letreros que caen, locomotoras que caen, tractores que caen; lo único no artificial que cae y que es interceptado por Superman es un asteroide. El hotel Normandie (que forma la palabra “Dominaren” como palíndromo), en San Juan de Puerto Rico, tiene la forma de un buque francés; es increíble cómo los cruceros que aparcan en el muelle se vuelven al mismo tiempo edificios y toda su movilidad resulta ser falsa, porque además de constituirse como lugar y arquitectura, el viaje resulta cada vez más homogéneo, es decir, los destinos turísticos se adecuan bruscamente para que se parezcan entre sí. En una fracción de segundo estaban los 3 colores del semáforo prendidos al tiempo.
Toda utopía carga a cuestas su propia distopía.
Planteo la residencia como un espacio de escritura y materialización de lo escrito, por medio de diversos métodos que he venido explorando y que la residencia y la ciudad de Marsella me darían la oportunidad de profundizar y sobre todo editar y refinar ciertos procesos.
Acciones:
Caminar la ciudad: identificación de edificios. Calles y posibilidades de escucha: las palabras que susurra la arquitectura. Buscar las palabras muertas: letreros en ruinas, accidentes o ruinas que parecen textos y que necesitan quien los lea...
Escritura sobre edificios con falsas marquesinas: marquesinas portables, falsas. Acetatos transparentes que, con un juego de escala, permiten convertir el edificio en soporte para un poema.
Espíritus de palabras: un letrero es retirado del edificio pero queda la estructura metálica que lo soporta. Esta estructura parece decir algo, parece una nueva palabra... pero ya no es texto ni código. Pensar en aquello que sostiene las palabras. Pensar no en otro lenguaje, no en otro código; quizá otro cuerpo. Ni siquiera pre-lenguaje, ni anti-signo. Cuerpo, médula, estructura... Aquello que sostiene la palabra. ¿La concreción del alma? Ni siquiera un error o un acierto. Neta presencia pero en un futuro en ruina. Neto futuro, pero en un presente en ruina. ¿Puede una sola palabra ser todo un poema? ** Tal vez **. ¿Se puede instalar como imagen mental, cerrar los ojos y ver la palabra, y en este caso, qué la soporta sino un cuerpo intentando ver para adentro de sí mismo, recogido, esforzándose por notar las estructuras que la sostienen?
Estructura del letrero de la Corporación Bavaria a partir del cual se desarrolló un modelo de escritura sin semantica o anti-escritura.
Relojes: ¿qué tipo de edificios soportan el tiempo? Pasar tiempo frente a estos relojes y tomar una foto cada minuto.
Serie de acciones que realizo en los lugares que visito, frente a un reloj, en jornadas de trabajo registradas minuto a minuto.
Escrituras periódicas: Escribo a diario. Uso diversos medios para editar y publicar. Hay un concepto que quiero explorar en la residencia: Novela de Artista. Publicaciones (folletos, plegables, fotocopias...): Pensar la publicación bajo juegos de versatilidad de la circulación. Buscar juegos de “distribución”.
Instalaciones efímeras y novela de artista (Estudio abierto): Pensar los componentes del ensayo en el espacio (texto, imagen, objeto y texto) intercambiando sus condiciones entre sí (texto que es objeto, gesto que es imagen, objeto que es texto...)
Acciones periféricas (acciones que generalmente acompañan los procesos de escritura):
Recopilación de material para escribir: periódicos, fotografías, archivos... devaneo y divagación.
Taller acuestas y café: Contar con espacio de trabajo en la residencia se complementa con trabajos en la intemperie, en otros locales, en otros lugares, cafés, centros comerciales, bibliotecas... cambiar el background de producción, afecta la producción.
Fotos llevadas desde acá y dibujo: llevaré de igual manera algún material de trabajo, libretas empezadas, fotografías encontradas (acabo de encontrar una serie de fotografías sin datar, pero antiguas, de campesinos haciendo unas serigrafías para una protesta contra una reforma agraria, al parecer en Perú y tengo muchas ganas de empezar a abordarlas).
Siempre tengo cosas a la mano en mi maletín.
Cuál es el propósito de hacerlo.
Planteo un proyecto muy desde el proceso abierto, ignorando totalmente los resultados pero con unas directrices de trabajo sobre las que quiero reflexionar. Pienso que este proyecto es un proyecto “endeble” en tanto es abierto; creo que los poemas de la descripción técnica y mi intención de residencia tienen que ver con el habitar intuitivo; con el deseo de tener tiempo para escribir, para un devaneo literario. Recientemente cumplí un ciclo de trabajo en lugar a dudas (2014 – 2019) que retroalimentó mis procesos; ahora uno de los propósitos de realizar este proyecto es pensar en el tiempo muerto, convertir el tiempo en un tiempo que no será de producción, sino de intuición. La escritura, por ende, no la entiendo como una producción... quizá una huella necesaria por el momento. Luego, espero, que sea producción.